Hay dos tipos de altavoces portátiles: los que suenan bien en la terraza mientras cenas con tus colegas… y los que directamente podrían montar una rave en mitad del monte. El Sony ULT FIELD 7 y el JBL Xtreme 4 no juegan a sonar bien. Van a lo grande. Uno con luces, otro con inteligencia artificial, los dos con una pegada que te hace mirar dos veces el tamaño.
Pero claro, aquí viene lo complicado: ¿qué importa más para ti? ¿Poder llenar un parque entero con bajos que hacen vibrar las costillas o llevarlo cómodamente a cualquier lado sin que se te salga el hombro? Porque, sinceramente, ambos son altavoces premium, y los dos han venido a decirle al resto: “así se hace un buen bicho portátil”.
El Sony es como ese amigo que va siempre a tope: enorme, potente, algo excesivo. El JBL es más discreto, más “me lo llevo a todas”, pero con un punch sorprendente para su tamaño. Uno deslumbra con graves y LEDs, el otro te salva el día con balance, batería y portabilidad.
Entonces, ¿cuál es el altavoz que necesitas tú? Vamos a desenredar este dilema de watts, woofers y fiestas improvisadas. Porque no estás eligiendo solo un altavoz: estás eligiendo cómo vas a sonar este verano.
Tamaño y portabilidad: uno cabe en una mochila, el otro es más bien una maleta

Esto es importante porque no todos buscamos lo mismo. El JBL Xtreme 4 pesa solo 4,63 kg y tiene un diseño compacto con correa de hombro incluida, así que lo puedes llevar al parque, a la playa o de viaje sin complicarte. Su forma alargada y plana lo hace fácil de encajar en cualquier mochila grande.
En cambio, el Sony ULT FIELD 7 roza los 14 kg y sus dimensiones se sienten más cercanas a las de un mini amplificador portátil que a un altavoz casual. Sí, tiene asas integradas y goma en los extremos para apoyarlo sin miedo en cualquier superficie, pero lo suyo no es la movilidad ligera. Es más un altavoz que pones en una esquina del jardín y no vuelves a mover en todo el día.
Construcción y resistencia: para que no sufras cuando lo saques al exterior
Ambos modelos cuentan con certificación IP67, lo que significa que pueden sumergirse hasta un metro durante 30 minutos y están completamente sellados contra el polvo. Eso sí, el JBL se siente más liviano, y su diseño más cilíndrico lo hace fácil de manipular incluso con una mano.
El Sony, en cambio, da más sensación de equipo “pro”. Las asas, los materiales y el peso transmiten robustez, pero también exigen más cuidado al moverlo. Lo bueno es que puedes dejarlo bajo la lluvia sin preocuparte, y no tendrás que tratarlo como si fuera de cristal.
¿Quieres que lo completemos con más apartados sobre control por voz, latencia, uso en interiores o emparejamiento multipunto? Hay mucho más que rascar si quieres seguir.
Diferencias en el sonido: uno te sacude el pecho, el otro es más constante

Aquí es donde realmente se nota qué tipo de experiencia busca cada uno. El Sony ULT FIELD 7 apuesta por una respuesta de bajos que retumba, con unos woofers de 4,49 pulgadas y tecnología X-Balanced que llenan cualquier espacio abierto sin despeinarse. Incluso cuando lo llevamos al máximo de volumen, mantiene el tipo sin distorsionar, cosa que no todos pueden decir.
El JBL Xtreme 4, por su parte, tiene un perfil sonoro más controlado. Gracias al AI Sound Boost, es capaz de adaptar en tiempo real la salida de audio a lo que estés escuchando. ¿Estás poniendo un podcast? Baja un poco los graves para que la voz se entienda mejor. ¿Un tema con mucha dinámica? Levanta la escena sonora para que parezca más espaciosa. A volúmenes medios, el JBL suena más “fino” y detallado, especialmente en voces, mientras que el Sony impone por pegada.
Batería: el tamaño sí importa, pero el uso también
En teoría, ambos lo hacen bastante bien. El Sony ULT FIELD 7 promete hasta 30 horas de reproducción con volumen medio, siempre que apagues las luces LED y no le exijas demasiado. El JBL Xtreme 4 se queda en 24 horas, aunque tiene la opción de añadir 6 extra con el Playtime Boost.

Lo curioso es que el JBL incorpora función de power bank, así que puedes cargar tu móvil mientras escuchas música, lo cual puede ser un salvavidas si estás fuera de casa. El Sony, en cambio, está más enfocado en rendir largo rato sin cortes, sobre todo en eventos de exterior donde necesitas volumen y aguante.
Conectividad y funciones inteligentes: cada uno tiene su juguete favorito
El JBL Xtreme 4 se actualiza con Bluetooth 5.3 y soporte para Auracast, lo que te permite sincronizarlo con otros altavoces compatibles sin necesidad de apps. También se conecta a la app JBL Portable para ecualizar y ajustar parámetros de sonido. Es estable, rápido y sin complicaciones.
El Sony ULT FIELD 7 incorpora Bluetooth 5.2, pero se desmarca con soporte para LDAC, el códec de alta fidelidad de Sony. Si usas Android y tienes buena fuente de audio, esto se nota. Además, su función Sound Field Optimization analiza el entorno para adaptar el sonido. Y si te mola el rollo festivo, el Party Connect permite enlazar hasta 100 altavoces Sony compatibles y montar un fiestón serio.
Experiencia de usuario: luces, app, modos… o simplemente música

Hay dos perfiles muy marcados. El Sony ULT FIELD 7 va dirigido a quien quiere montar un espectáculo. Sus luces LED multicolor sincronizadas con el ritmo de la música no son solo un adorno: tienen distintos modos y se pueden personalizar. Además, incluye entrada para micrófono o guitarra, algo que no se ve todos los días.
El JBL Xtreme 4, en cambio, es más “plug and play”. No tiene luces ni modos de fiesta, pero responde con rapidez, se empareja sin esfuerzo, y su sonido se adapta solo. Si no te apetece toquetear nada y quieres buena experiencia desde que le das al play, es perfecto.
Conclusión: El JBL Xtreme 4 gana por estabilidad
Aquí no hay que andarse con rodeos. Si quieres el mejor altavoz portátil de verdad, que puedas meter en una mochila, llevar de festival a barbacoa, con buena batería, sonido equilibrado y sin complicarte… el JBL Xtreme 4 es la opción lógica y ganadora.
Pesa tres veces menos, tiene mejor conectividad con Bluetooth 5.3 y Auracast, suena genial incluso a volumen medio, y te sirve de batería externa. Es el típico que parece tranquilo, pero cuando le das al play te deja con la boca abierta.
Ahora bien, si eres de los que piensa que un altavoz portátil debería sonar como un sistema de sonido completo… entonces te entendemos. El Sony ULT FIELD 7 no está hecho para acompañarte: está hecho para dominar la escena.
Tiene más graves, más cuerpo, más potencia en espacios abiertos, 30 horas de batería y hasta entrada para guitarra. Literalmente, puedes montar un bolo con él. Pero también pesa bastante y es más voluminoso que una mochila entera. No es algo que quieras cargar cada día… pero si lo plantas en una fiesta, es el rey sin discusión.


