A ver, pongámonos en situación. Tienes entre manos dos altavoces Bluetooth potentes, compactos, y en el rango de los 150 euros. Pero la pregunta te quema: ¿el nuevo JBL Flip 7 o el Sony ULT Field 1?
Y no es una elección fácil, porque los dos suenan de escándalo. El Flip 7 tiene ese sonido vivo, brillante, con agudos que destacan y bajos decentes, muy en la línea de JBL, pensado para animar cualquier sitio sin complicaciones. Pero claro, llega el Sony y se pone serio. El ULT Field 1 es más relajado, más equilibrado, más… adulto. Tiene ese punto donde todo encaja, donde la música no solo suena fuerte, sino bien. Y eso se nota.
¿Quieres graves emocionantes o claridad general? ¿Te va más la fiesta o prefieres una experiencia más refinada, incluso en un altavoz pequeño? Porque el Flip 7 es energía, diversión inmediata, mientras que el Sony ULT Field 1 va más por el camino de la calidad y la precisión.
Y lo peor es que los dos tienen razones de peso para ganarse un hueco en tu mochila. Así que toca elegir. O al menos intentarlo.
Vibras muy distintas desde el primer golpe de bombo
No hace falta escuchar más de 10 segundos para darte cuenta de que el JBL Flip 7 y el Sony ULT FIELD 1 no juegan al mismo juego. El primero quiere sonar bien, fuerte y claro, sin complicarse. El segundo quiere sacudirte el pecho con sus graves. Si buscas emoción cruda, el Sony te la da sin filtro. Si prefieres algo más ligero y versátil, el JBL tiene su carta ganadora.
Nos pasó justo eso cuando pusimos “I Hear the Calling” de Wild Sun en ambos. El JBL sonaba animado, más “brillante”, con energía. Pero el Sony tenía esa pegada redonda, como si todo estuviera en su sitio, sin exagerar nada. Y eso, cuando estás comparando dos altavoces en la misma mesa, se nota.
Tamaño compacto contra presencia física
El JBL Flip 7 sigue siendo súper portátil. Cabe en algunas mochilas, incluso en ciertos portavasos grandes, y es ideal si te mueves mucho o si no quieres cargar con un monstruo. En cambio, el Sony ULT FIELD 1 es más grande y más pesado, aunque no llega al tamaño de su hermano mayor, el ULT FIELD 7.
El JBL tiene ese formato cilíndrico clásico, que puedes poner de pie o tumbado. El Sony puede colocarse mirando hacia arriba, lo cual no es común, pero funciona sorprendentemente bien en espacios más pequeños. Y no vamos a mentir, esa orientación vertical le da un toque diferente, como si fuera una columna de sonido.
Los detalles físicos que sí importan
El JBL le mete un giro interesante al diseño con una correa desmontable que se engancha con un sistema de clip muy bien resuelto. Parece una tontería, pero cuando estás cargando varias cosas o lo cuelgas de una mochila, se agradece que sea así de sencillo.
En el Sony, la correa es más tradicional, con un diseño firme pero menos flexible en cuanto a posibilidades de ajuste. Aun así, cumple.
Y aunque pueda parecer irrelevante, el JBL puede presumir de una ventaja en resistencia. Tiene certificación IP68 y resistencia a caídas de un metro sobre concreto, mientras que el Sony mantiene IP67, lo cual está bien, pero un escalón por debajo si hablamos de aguante total. Esos pequeños extras a veces marcan la diferencia cuando te llevas el altavoz fuera de casa.
Controles, emparejamiento y conexiones: aquí hay matices
Ambos modelos usan botones físicos, sin pantallas ni florituras. Pero en cuanto a emparejamiento con otros altavoces, el JBL se lleva la ventaja por compatibilidad con Auracast. Puedes enlazarlo con otros modelos recientes (como el Xtreme 4 o el Clip 5) sin depender de la misma generación.
En cambio, el Sony no incluye Party Connect en esta versión, al menos no en la que hemos probado. Solo puedes emparejarlo en estéreo con otro ULT FIELD 1, lo cual limita un poco si quieres montar un sistema más grande.
Y otro detalle: el JBL tiene una app con ecualizador de 7 bandas, lo que permite afinar mucho el sonido. El Sony solo te da 3 bandas, pero en la práctica, no necesitas tocar nada si te gusta su sonido desde el principio. Nosotros ni lo tocamos, y sonaba espectacular.
Sonido potente, pero cada uno a su manera
Lo más loco es que ambos suenan muy bien, pero por motivos muy distintos. El JBL Flip 7 es más directo, más chispeante, con un perfil excitado. No es que tenga más graves o más agudos, simplemente todo suena más vivo. Es perfecto para música pop, electrónica o para animar una reunión sin complicarte.
El Sony, en cambio, te da un perfil más completo y balanceado. Los medios están mejor integrados, el grave tiene más cuerpo sin comerse las voces, y en general suena más “maduro” sin perder la potencia. De hecho, al compararlos en la misma canción, el JBL puede parecer más fuerte, pero el Sony se siente más limpio y definido.
Y claro, el Sony incluye los famosos modos ULT, con ese botón mágico que potencia el bajo sin distorsionar. Lo pulsas y el altavoz cambia de carácter al instante. ¿Quieres una fiesta en el salón? ULT ON. ¿Escuchas un podcast? ULT OFF. Así de fácil.
Diferencias reales en batería (aunque parezcan pequeñas)
En este punto, el JBL Flip 7 lleva algo de ventaja, aunque por poco. Hasta 14 horas de batería, que pueden estirarse a 16 con el modo Playtime Boost, aunque te arruina bastante los graves.
Por otro lado, el Sony ULT FIELD 1 se queda en 12 horas, que no está nada mal, pero se nota que no ha evolucionado tanto como debería. Estamos en 2025 y esperábamos un poco más, sobre todo si lo comparamos con otros modelos que ya están superando las 20.
Eso sí, en ninguno de los dos te vas a quedar tirado en mitad del día, pero si eres de los que se olvida de cargar las cosas, ese par de horitas extra del JBL te pueden salvar.
Conclusión: el Sony ULT Field 1 gana por la calidad del sonido
El JBL Flip 7 tiene muchas cosas buenas: es más pequeño, tiene más batería, y una EQ de siete bandas que da juego si te gusta toquetear ajustes. Pero el Sony ULT Field 1 suena mejor. Punto.
A mismo volumen, el Flip 7 mete más ruido, pero el ULT Field 1 controla mejor los graves, los medios y los agudos. Nada se pisa, nada satura. Todo se escucha como debería. Es ese tipo de sonido que no necesita gritar para impresionar.
Y aunque el Flip 7 tenga ventaja en duración de batería (14 a 16 horas frente a las 12 del Sony), el ULT Field 1 compensa con mejor construcción, un diseño más versátil y una sensación más premium en mano. Además, aunque el JBL tenga más conectividad con su nueva función Auracast, el Sony cumple con su estéreo simple y fiable.